No me dejes

Sinopsis:
Al señor Dominique Brulé le gusta llegar de noche a su floristería. Siempre cierra los ojos antes de encender las luces y les da un tiempo a sus plantas para que se coloquen porque imagina que han estado toda la noche mezclándose unas con otras. Nunca las pilla en movimiento, un día sucederá. Cuando inauguró la tienda pensó encerrarse y dejarse morir, pero al ver que las tímidas siemprevivas sobrevivían sin agua después de semanas sin atención alguna, se dio cuenta de que él también podría vivir sin su amor».

L’Étoile Manquante, la floristería del señor Dominique, es el lugar preferido de Mercedes y Tilde, dos españolas que llevan más de cuarenta años trabajando en Francia. Las dos creen que están solas, porque a Mercedes la abandonó su marido nada más cruzar la frontera y Tilde no fue capaz de encontrar a quien la quisiera. Un buen día, se instala en sus vidas un huracán encarnado en la joven Violeta, que llega de Madrid huyendo de un amor que se empeña en perseguirla.

No voy a negar que me cae bien Màxim Huerta. He estado en dos firmas suyas de libros y ha sido encantador conmigo. Hace unos viernes firmó esta novela en Alicante pero no pude asistir ya que coincidía con mi horario laboral. Peor fue con la firma anterior que me perdí por estar convaleciente de la neumonía. Otra vez será: no me cabe duda que continuará con su labor de escritor, y esta novela da buena prueba de ello.

Su prosa se caracteriza por su sensibilidad, por la expresión del abanico de las emociones, primando las del corazón, las filiales, las familiares, las que nos provocan las amistades, de hoy y de ayer. Maneja los tiempos con soltura, así como las voces narrativas y la descripción de ambientes. Por su culpa, me encantaría volver a París. Complicado está. Menos mal que para disfrutar del desgarro de Ne me quitte pas no hace falta que me toque la lotería. Al respecto, permitidme el momento nostalgia: el primer recuerdo de la creación inmortal de Jacques Brel se remonta a 2o de BUP cuando en la última clase antes de vacaciones de Navidad el profesor de Literatura llevó su guitarra y nos obsequió con clásicos franceses como este.