Para empezar nuestro paseo, nada mejor que la modernísima calle de Fuencarral, que separa los barrios de Chueca y Malasaña. Entre boutiques de moda (que en Madrid se alternan siempre con comercios castizos), en el número 106 luce coqueta Sensualove, una sexy store que privilegia el gusto femenino, a tenor de sus productos y de la delicadeza con la que se exhiben. En las antípodas de lo soez, una sensual conejita nos espera en el escaparate, muy discreto, pero sin que haya lugar para el equívoco. Simpáticas golosinas, cuyas formas no hace falta especificar, nos salen al paso, así como aceites de masaje, lubricantes comestibles, disfraces, lencería y kits exclusivos que combinan productos de la tienda. Entre ellos está el Bondage Kit (bondage es como se denomina al atado erótico), y el Celebration Kit, para parejas heterosexuales. Los vibradores, acorde con la política de discreción, se encuentran al final de la tienda, y hay una sección de librería donde se nos invita a romper tabúes, con títulos como Atrévete con el sexo en Internet. También se puede contratar una divertida sesión de tupper-sex, en la que una organizadora lleva los productos a casa (siempre para grupos de amigos) y los presenta en un ambiente distendido.
Entremos ya del todo en Chueca, el barrio más fashion de Madrid, donde restaurantes de diseño, ropa cool, cafeterías y pubs invitan a ser sublime sin interrupción. En el número 46 de la calle de Pelayo nos espera Amantis, cuyo eslogan, "Ideas para no salir de la cama", es fiel a la oferta de la tienda, completísima y dirigida a todos los públicos, sin privilegiar sensibilidades. Eso sí, la decoración y presentación de la mercancía están tan cuidadas como en el resto de las sexy stores, con lo más suave en la entrada de la tienda, como la colección de libros La Sonrisa Vertical, y lo más hard al fondo. Anillas para el pene, bolas chinas, juegos, antifaces, esposas, estimuladores de próstata y vibradores, entre ellos el Conejo Rampante, parecido al de Sexo en Nueva York. En la Ribera de Curtidores, 10, en pleno Rastro, Amantis tiene otra tienda, y el domingo por la mañana, con La Latina en plena ebullición (los amantes del vermú y la caña así lo procuran), es un buen momento para visitarla.
En el multicultural Lavapiés nos espera Los Placeres de Lola, la más cuca de todas las jugueterías, dedicada a la mujer, con especial cuidado a su salud (aquí sólo se trabaja con la silicona, que no irrita las mucosas). Los goces lésbicos tienen un lugar destacado, con una amplia oferta de arneses y dildos. Entre los productos estrella está el vibrador We Vibe, que estimula el clítoris y el punto G. La tienda cuenta con una deliciosa tetería en la que se pueden consultar libros que van desde el ensayo feminista hasta cómo complacer a la pareja según su horóscopo, y los primeros sábados de cada mes hay una sesión de tupper-sex en el local. Toda una invitación a disfrutar.
4 comentarios:
En un centro comercial de Alicante hay (o había, que hace tiempo que no paso por ahí) una tienda de Sensualove, prueba de la creciente normalización del sector.
Me ha chocado que los dependientes estén obligados por contrato a probar los artículos. No tenía idea.
Lo del contrato lo leí en su página web.
Ya sabes, yo sólo me desnudo si lo exige el guión (el contrato).
Yo vivo en Salamanca y también compro en Sensualove pero por internet. Aquí no tienen tienda física www.sensualove.com Me gusta porqué puedes hablar con ellos por chat al momento y te resuelven las dudas. Por suerte se está normalizando el tema del sexo.
Conozco eso de la ciudad del pecado en Madrid, concretamente por La Gran Vía, allí estuve hospedado en un hotel (Rex) hace unos años, en 2012, y sí que había tentación, es más, salía a tu encuentro al igual que los pedigüeños estos que te venden clínex.
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