Se nos estropeó el horno microondas, un Balay que me costó un dineral cuando nos mudamos al piso hace dos años y medio. Por supuesto, la garantía vence a los dos años: el mes pasado se nos averió la lavadora, menos mal que la reparación fue de poca monta. Pedro llevó el horno al servicio técnico oficial donde le indicaron que el arreglo podía salir entre 30 y 40 €, transporte aparte y sin garantías. No, gracias, por un poco más tengo uno nuevo, eso sí, de marca La Pava, como decimos aquí: prefiero gastarme 49 € en un microondas made in China que pueda durar más o menos que otros 200 € en uno de marca que se puede averiar igual.
Empiezo a pensar que los electrodomésticos son fabricados de tal manera que su vida laboral no supere en mucho el límite de garantía. No quiero parecer paranoica, pero da la impresión de que los aparatos tienen fecha de caducidad de modo que las empresas fomenten el consumismo. Muy mal.
4 comentarios:
Es así el negocio, si duran mucho no hay negocio. Yo no tengo microondas. Això que m'estalvie.
Y con los móviles igual.
Pues reza para que sea lo último en estropearse, que cuando viene la racha...
Pues será a vosotras guapas, porque yo tengo mi aire acondicionado que tenía 2 años de garantía y lo compre en Climamania hace unos 6 y sigue vivito y coleando. Hay que saber comprar chicas...
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