lunes, 8 de septiembre de 2008

El caso Bourne

Ya he acabado las casi 600 páginas de esta novela que dio origen a una saga cinematográfica que me gusta.

Sinopsis:


En la novela, Jason Bourne es el nombre de un legendario asesino profesional que opera en Asia, con mucho misterio sobre su persona y sin que nadie le haya visto el rostro, hasta que un agente americano lo localiza y lo ejecuta. El gobierno yanqui decide entonces coger a uno de sus agentes, convertirlo en Jason Bourne y hacer que salte a Europa. La estratagema está diseñada para atrapar a otro criminal: Carlos el Chacal, el número uno de los asesinos a sueldo en Europa. Se trata de que Carlos asome la cabeza para eliminar a Bourne y acabar así con la competencia. Pero en un enfrentamiento con el Chacal, el falso Bourne es tiroteado y dado por muerto en el mar, hasta que es recogido por un pesquero italiano. Al despertar, se da cuenta de que sufre amnesia, no sabe quién es y comienza a investigar sobre su vida anterior, llegando a deducir, por todo lo que encuentra, que se trata de un asesino (y él no siente que sea un criminal).


Nada de todo esto está en la película, excepto la amnesia y el arranque de la novela. El Chacal es sustituido por varios agentes-asesinos que tienen la misión de eliminarle, cuando la CIA sospecha que Bourne se ha convertido en una máquina averiada que hay que quitar de la circulación. También cambia el espacio temporal: pasamos de los años 70, cuando los ordenadores se llamaban computadoras y los teléfonos móviles pertenecían al ámbito casi de la ciencia ficción, a la actualidad. Habrá quien no aprecie la actualización ni los cambios respecto a la novela original, pero en mi opinión la enriquecen pues el libro a veces se pone pesadito. Con todo, me ha gustado leerlo a posteriori de ver la película, cosa que suele ser al revés.

2 comentarios:

ana dijo...

Gracias Conchi, son demasiadas páginas para mi si el libro no me despierta mucho interés.

Conchi dijo...

Últimamente la mayoría de los libros que se publican son, por degracia, voluminosos. Será que a los autores se los pagan al peso.