martes, 30 de septiembre de 2008

Mi corazón es un músculo sano pero...


Hace unos días os comentaba que mi corazón estaba pocho en septiembre: el cambio de estación me produce taquicardias, al igual que cuando entra la primavera.
Ahora ya me he acostumbrado pero hace unos años una noche me desperté con el corazón desbocado, con una taquicardia galopante, agravada por un dolor en el brazo izquierdo. Alarmada por los antecedentes coronarios de mi padre que le causaron la muerte, sin comentar nada a nadie, pedí cita con mi médica de cabecera. Tras exponerle mis temores, me hizo algunas preguntas que le llevaron a la conclusión de que no le pasaba nada a mi corazón y que lo más probable era que tal trastorno se debiera a una situación de ansiedad, de nervios. No obstante, para quedarme más tranquila, me sugirió que visitara al cardiólogo.


Éste corroboró el diagnóstico pero, para disipar cualquier duda, me ordenó una serie de pruebas. Además del lógico electrocardiograma y un análisis de sangre, me puso un Holter, que, por si no lo sabéis, consistió en colocarme unas ventosas por todo el tórax conectadas por cables a un aparatito que llevaba a la cintura y que se supone que recoge las incidencias del corazón. En las 24 horas que hube de soportarlo parecía medio cyborg.


El cardiólogo, tras ver la ecocardiografía que me habían hecho horas antes (impresiona ver tu propio corazón latir en una pantallita) y las demás pruebas, concluyó que se trataba de una taquicardia sinusal transitoria sin la menor importancia debida al cambio de estación.


Hasta que no se me pase, que supongo y espero que no tardará, duermo mal pues me despierto con palpitaciones. Lo peor de todo es que no me apetece emprender actividades que me aceleren el ritmo cardíaco. Miento: sí me apetecen, pero no me atrevo por miedo a que me estalle el corazón.

Me refiero a beber cocacola, malpensadas.

5 comentarios:

maria esther dijo...

Ya veras como las palpitaciones pasan pronto y otra vez podras beber cocacola tranquila y hacer todas las actividades que te gustan.

ana dijo...

Hablar de males de salud me da un poco de repelús. Pero que se te pase rápido.
¿Piensas mucho en ello? o te pasa aunque no pienses? Yo es que soy del pensamiento que muchos males están en la mente, digo muchos y no todos, que conste.

Conchi dijo...

Ana, me pasa aunque no piense en ello. De hecho, cuando más lo noto es al despertarme de madrugada y está claro que mientras duermo no estoy pensando.

Anónimo dijo...

Mal de muchos...
El 4 de diciembre me hacen una ecocardiografía, para confirmar que mi corazón no tiene otra cosa que grandes porciones de amor para repartir...
No será nada, verás...

mythings dijo...

Ya verás como al final no es nada, ánimo.