Anteayer Pedro y yo pasamos un día diferente. Dado que no hay presupuesto para escaparnos en septiembre como el año pasado que fuimos a Andorra, aproveché una oferta de entradas 2x1 para Mundomar, una especie de parque zoológico en Benidorm. Aunque hacía bastante calor, no lo sufrimos demasiado porque allí hay mucha vegetación, zonas de sombra y sitios con aspersores de agua pulverizada que resultan una fresquita delicia. Vimos toda clase de animales, desde aves exóticas, búhos, murciélagos, lémures, saimiríes, flamencos, pavos reales, tortugas grandes y pequeñas, pingüinos, perritos de las praderas, hasta leones de mar y delfines, todos ellos acompañados de carteles explicativos sobre el origen, hábitat, alimentación y reproducción.
Vimos también tres espectáculos: el de los papagayos es muy flojito en comparación con los de Terra Natura y Port Aventura, con los pajaritos montando en bicicleta, pasando por aros y poco más; el de los leones marinos no estuvo mal, girando dentro y fuera de la piscina y jugando con balones; el que fue una preciosidad fue el de los delfines, a cuyas elegantes evoluciones se unieron las de cinco chicas de natación sincronizada, al ritmo de una excelente selección musical. Me encantó.
Supuestamente está todo accesible para discapacitados, pero menos mal que yo llevo una silla motorizada porque, con algunas de las cuestas que me topé, si tuviera que autopropulsarme necesitaría los bíceps de Rafa Nadal.
En cuestión de comida y bebida pegan la clavada como en todos los sitios de este estilo. No obstante, permiten que te lo lleves de casa e incluso hay habilitada una zona de picnic para quien quiera sacar su fiambrera.
1 comentario:
Te mueves más que el moño de una loca, guapa... así me gusta, que veas mundo... aunque ello signifique estar en Benidorm... je!!
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