lunes, 8 de septiembre de 2008

Tropa de élite


Río de Janeiro, 1997. A Nascimento, capitán del BOPE (Batallón de Operaciones Especiales de la Policía), la tropa de élite de la Policía de Río, se le asigna el mando de uno de los grupos que tienen la misión de "pacificar" las favelas del cerro (morro) de Turano debido a la visita de Juan Pablo II, quien va a instalarse en una zona cercana.

El capitán, bajo una presión constante, empieza a notar los efectos del estrés. Tiene que ejecutar las órdenes recibidas, mientras intenta encontrar un sustituto, ya que su mujer, Rosane, se encuentra en sus últimos días de embarazo y le pide constantemente que abandone la primera línea del Batallón.

En estas condiciones, le llaman para otra emergencia más en una favela. Durante un tiroteo en una fiesta funk, Nascimento y los suyos tienen que salvar a dos aspirantes a oficiales de la policía: Neto y André Matias. Deseosos de entrar en acción e impresionados por la actuación de sus salvadores, los dos se presentan como candidatos al curso de formación del BOPE.


Las favelas de Brasil han estado presentes en muchas películas, pero quizás en "Tropa de élite" sea donde nos encontremos con uno de los relatos más desgarradores hasta la fecha. Según esta cinta, estos barrios marginales existen por la corrupción de la policía local, y las autoridades locales y judiciales. Esto genera un circuito criminal de drogas, prostitución infantil, tráfico de armas, etc. El grupo especial BOPE son los encargados de poner orden, pero con unas formas y una violencia que se encuentra fuera de la ley. La cinta nos transporta a las favelas de la manera más dura y cruel. Es el territorio sin ley donde sólo sobrevive el más fuerte. La BOPE responde con más violencia así que pasamos de una película policial a, prácticamente, una película de guerra.

Es trepidante y al mismo tiempo brutal e incómoda. Una película a medio camino entre la denuncia social y el cine de acción, y que consigue entretener al mismo tiempo que te hace reflexionar. Es compleja sin ser confusa y muy realista. Lamentablemente por el punto de vista que adopta puede confundirse con una apología fascista de la tortura y el asesinato, cuando en realidad denuncia como un estado entrena y permite actuar a un grupo de asesinos (que se autodenominan policías) contra sus propios ciudadanos. Es una película despierta a partes iguales repulsa y fascinación.

No hay comentarios: