miércoles, 3 de septiembre de 2008

Sant Ramon 08





Queridos amigos, no soy yo muy de santos, pero como bien me indicó Conchi, gracias a este santo todos los años nos reunimos para cenar en la calle nuestro grupo de amigos porque dos chicas somos de esta barriada de Sant Ramon, Soraya y una servidora, así es que Viva Sant Ramon. Soraya es la del top amarillo, Loli es la de la camiseta blanca, y la hija de Soraya, la de rayas.
Los chicos son de izquierda a derecha, Vicent, Pedro y Juan, el novio de Soraya.
Nos la pasamos bomba porque la calle está animadísima. Casi todos los vecinos sacan su mesa a la calle y cenan en compañia de família y amigos, y al final de esta calle hay verbena y el lugar donde estaba la ermita y el santo.
Es una fiesta modesta porque sólo hay dos o tres días de verbena, ofrenda, cabalgata, procesión y misa. Y ya se sabe, con la excusa del santo, lo que hacemos es comer y beber como cosacos y hablar en buena compañía. Este año estuvimos hasta las tres y media allí. A mí se me hizo tarde y no puede fotografiar la cabalgata, Conchi, con razón, me regañó un poco. Salían Soraya y su hija disfrazadas de deportistas, porque este año estaba dedicada a las olímpiadas de China. También pintan dos calles con distintos motivos y este año, como ya he dicho, tocaba olimpiadas.
Muy bonita fiesta, Viva Sant Ramon.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre os veo comiendo, carambas...
Y me "molesta" perderme otro poco de agradable conversación en vuestra compañía...
Repartiros unos besos navarricos...

ana dijo...

Qué fiestas tienen ustedes en su tierra, me llaman la atención la camaradería que hay. Aquí no nos reunimos ni para protestar. Aunque fiestas tenemos con la Virgen de Guadalupe, patrona de Extremadura, por lo que las fiestas son a nivel regional. Y lo que comen, jejeje,

mythings dijo...

¡Como os gustan los buenos manjares!

Conchi dijo...

Como bien ha contado Mari Pau, las fiestas que cierran la temporada estival en Agost son las del barrio de San Ramón. Este año los vecinos de las calles principales que lo componen se esmeraron en la decoración. Tuvieron la paciencia de pintar el suelo de las dos calles que lo componen con motivos olímpicos inspirados en los chinos, desde un dragón escupiendo fuego hasta las mascotas de los distintos JJ.OO. desde Munich hasta Pekín. Además confeccionaron, entre otros adornos, banderas y aros olímpicos las colocaron en las fachadas para que el parecido fuese más evidente. Además de los actos típicos como ofrenda de flores al santo, desfile de disfraces, misa en el lugar donde antaño se hallaba su ermita ahora destruida y la procesión donde destacan las embarazadas (no en vano San Ramón Nonato es su patrón y a él se encomiendan para que no haya problemas a la hora del parto), cuando más gente hay es a la noche, coincidiendo con la verbena amenizada por alguna orquesta de no mucho empaque porque el presupuesto no da para más. Como el barrio está cortado al tráfico, los vecinos salen a cenar a la calle. Entre ellos está mi amiga Soraya, que como todos los años nos invitó a cenar. Es muy curioso que se formen dos grupos: los hombres por un lado y las mujeres por otro. Se nos hicieron casi las cuatro dándole a la sin hueso poniéndonos al día de cuanto cotilleo interesante surgió. Desde aquí, gracias a Soraya por su hospitalidad. Y a Mari Pau por las fotos.