martes, 15 de enero de 2008

Cándida


Cándida, una asistenta que ha pasado la edad de jubilación, aprovecha el trabajo para practicar lo que más le gusta: ser amable con los demás. Como una Mary Poppins del madrileño barrio de San Blas que, en vez de volar, viene en metro. Sus problemas son infinitos y sus hijos un desastre, así que sueña con escaparse algún día a una casita en el campo. A ser posible, con tres gallinas. Cuando por fin lo consigue, renuncia al milagro por permanecer cerca de los suyos.

Cándida ha aprendido a hablar pegando las frases de los otros, que resultan descacharrantes. Cuando conoce a Pablo, un joven periodista que presenta un telediario, la sencillez de Cándida, su amor por la vida y su tesón, constituyen el empuje que Pablo estaba esperando para recuperar a la persona que ama.

La película no es según su director, Guillermo Fesser, “otra cosa que un pequeño homenaje a una asistenta, a ella y a tantas otras Cándidas que son, en definitiva, la verdadera historia reciente de España".

La película tiene su parte de interés y curiosidad, y sobre todo muchísima emoción. Lo que falla es la continuidad, es más bien una sucesión de gags cómicos. Con todo, la bondad de esta señora llega al corazón.

2 comentarios:

ana dijo...

yo me divertí con la película.

Yo dijo...

jajaja me e divertido mucho con lo de el niño cubano y castro a proposito soy de isso