martes, 22 de abril de 2008
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Los componentes de este blog somos un grupo de amigos dispersos por el mundo que charlamos de lo divino y de lo humano. Desde el respeto y la buena educación, nuestras posturas coincidirán a veces, mientras que otras divergirán totalmente. Sin tratar de imponerlas a los demás, cada cual se responsabiliza de sus propias opiniones. Si alguien desea excluir de él una imagen con derechos de autor, por favor, envíeme un correo y será eliminada de inmediato. Sed todos bienvenidos.
2 comentarios:
Berlusconi ha ganado las elecciones = Requiem por Italia.
Entendámonos: es posible que "Berlus" no lo haga del todo mal. Es más, es posible que no lo haga peor que cualquier otro político en su puesto. Y aún iría más lejos: cabe dentro de lo posible que este buen señor logre el despegue económico de su país. Me es indiferente. Haga lo que haga jamás le tragaré. Me ocurre con él un poco como con nuestro ínclito Gil y Gil. ¿Que durante su gobierno se hicieron muchas cosas en Marbella? De acuerdo. ¿Que había trabajo y bonanza económica? De acuerdo. ¿Que lo demás, sus opositores, tampoco valían mucho más ni estaban más capacitados? De acuerdo. Jamás de los jamases lograrán convencerme de que ese señor era un político aceptable o preferible a los demás. ¿Por qué? Porque, entre otras cosas, un político es un servidor público, al menos en teoría o en apariencia, y su primer deber es respetar las formas en las que descansa la "res publica". Por muchos que sean sus logros jamás puede mangonear en las instituciones como si fueran su cotarro privado, pasando por encima de las leyes, no para demostrar cuán entorpecedoras del bien común pueden llegar a ser, sino para enriquecerse ellos, enriquecer a los amigos y tapar la boca a la gente haciéndola sentir que las cosas, mal que bien, "funcionan" Así no se hacen las cosas en política. Así no se hacen las cosas. Punto.
Por eso ni me fío ni trago a Berlusconi, que me parece un populista de la peor especie, un embaucador que ha subido aupado por los odios y miedos de la gente. De hecho, su reelección da idea de lo mal que deben ir las cosas en Italia. Es como si aquí eligiéramos a Roca alcalde de Marbella porque queremos que vuelvan los buenos tiempos del chollo constructor y queremos que repatríen a todos los inmigrantes que nos quitan los trabajos peligrosos y mal pagados que oferta el empresariado patrio. No. Hay veces que es preferible que el barco termine de hundirse, esperando que algún día se conseguirá reflotarlo, que poner al timón a semejantes personajes. Italianos, un poco de dignidad, "per favore"
Carolina, yo no lo hubiera dicho mejor. Me has leído el pensamiento respecto a ese "señor" que en Italia llaman "il cavaliere", para colmo sin ironía. Conchi, que buena viñeta de cómic has elegido.
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