Confieso que llevo un par de semanas muy vaga a la hora de leer libros. Tendré en casa al menos cinco o seis pendientes pero son voluminosos y me da una pereza enorme ponerme a ello. Supongo que más pronto o más tarde pasará la racha y empezaré alguno con ganas.
De momento, para que no se me olvide lo de juntar letras, admito sin rubor que leo revistas del corazón tipo Cuore, que se mete con los defectos de las estrellas, u OK. De esta última tengo incluso por leer un ejemplar en inglés que me trajo una alumna británica en su último viaje a su patria, junto a otras cuyo nombre no recuerdo ahora mismo. Es que eso de ver “santos” me resulta más entretenido estos días que toparme sólo con “patitas de mosca”. Eso sí, me gustan los personajes con mérito y ciertas dosis de glamour. Los casposos, fuera.
2 comentarios:
Yo también hojeo y ojeo el Semana que se compra mi madre.
Yo no leo estas revistas, pero me parece muy bien que lo hagas. Lo importante es hacer lo que apetece cuando se pueda.
Para la cutrez me quedo con el Pronto y si quiero cutrez exponencial los consultorios sexuales del Nuevo Vale.
Y si queremos glamour, sin lugar a dudas el Hola debe ser nuestra referencia sin par y sin igual.
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