jueves, 18 de marzo de 2010

Comida de las Amas de Casa de Agost


Ayer fui a la comida anual de hermandad de la Asociación de las Amas de Casa. Sabéis bien que poco tengo del apelativo que las nombra, pero me invitaron en compensación de haberles redactado unos documentos, así como pasarles al ordenador el balance de ingresos y gastos que presentarían a las socias en la comida. Como, además, mi hermana pertenece a la directiva de la asociación tengo influencia.

Ya me advirtió mi hermana que fuera un poco arreglada pues las señoras suelen acudir bien emperifolladas –curioso palabro- a la comida como si fueran a una recepción de la Casa Real, y bien que me parece que mantengan elevada su autoestima. Es admirable la vitalidad que tienen a sus años. Creo que las más jóvenes éramos mi prima Laura y yo, o sea, que el promedio de edad era elevado.
También acudieron algunos señores, cierto que una minoría de las 140 personas que nos dimos cita en el Restaurante Nou Palacio. Tras comer opíparamente, bajo el efecto del vino y de la sidra, empezaron los cánticos. Ignoro si habría baile ya que me marché a trabajar. Me la pasé bastante bien así que es posible que repita el año que viene.

3 comentarios:

Johnny dijo...

No importa de qué se trate, siendo una convivencia es buena, hay que compartir momentos amenos con las personas conocidas y queridas.

Mari Pau dijo...

La boixeta està en primera línea de foc, no se'n perd cap.

ana dijo...

Todo lo bueno engorda.