jueves, 18 de marzo de 2010

En picado


Sinopsis:
Como sabemos, la Nochevieja tiene dos variantes: alegría dionisíaca ante un nuevo comienzo o caída en picado en el negro inventario de los proyectos abandonados, de lo que ya nunca llegaremos a ser, ni a hacer. ¿Que la Nochevieja y la vida merecen ser pensadas con mayor sutileza y menor maniqueísmo? Cierto, pero eso es algo que las cuatro personas que coinciden en la terraza del altísimo edificio del norte de Londres, conocido como “la torre de los suicidas”, deberán aprender de sí mismos. Siempre y cuando resistan el impulso de lanzarse al vacío.

Gracias a la biblioteca de San Vicente, le he retomado la pista a Nick Hornby, un prodigioso escritor británico que ya me conquistó en sus primeras novelas. Entonces, en la época que estudiaba la lengua de los hijos de la pérfida Albión en la Escuela de Idiomas, me atrevía a leerlas en inglés; ahora no me vería capaz.
He leído En picado, sobre las peripecias de cuatro suicidas en potencia que se encuentran en Nochevieja. Conociendo al autor, ya imaginé que no se trata de ningún dramón, pese al sombrío punto de partida. Toda la novela está salpicada de ese humor negro British marca de la casa, con momentos realmente ingeniosos y divertidos, que actúan como contrapeso a las penosas situaciones que atraviesan los personajes. Está narrada a cuatro voces, y así podemos conocer a Martin, Jess, Maureen y JJ en todas sus facetas: aborrecibles, estúpidos, dignos de compasión, hasta llegar al afecto e incluso a la empatía.
Más que sobre el suicidio, En picado es una novela sobre la búsqueda de motivaciones para vivir, que cobran formas muy distintas para cada persona. Hay algunos pasajes menos inspirados que el resto y tal vez no alcance la grandeza de Alta fidelidad… Pero es que Alta fidelidad es, probablemente, insuperable.

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