Los que me conocéis sabéis que no soy nada futbolera. Lo más curioso es que, contra todo pronóstico, me cae bien David Beckham, quizá porque me da penita que esté casado con semejante arpía. En fin, si él la quiere, qué le vamos a hacer.
Lamento que al final David Beckham definitivamente no juegue en la copa del mundo pero por lo menos sigue con sus quehaceres modelísticos. Si bien no podrá llevarse un buen puñado de libras a casa por el fútbol, sabe que al menos el pan no le faltará por su cara bonita, literalmente hablando.
Sale de un anuncio de calzoncillos, que ya mostramos aquí, para enfrascarse en un proyecto con Dolce y Gabbana nuevo sin dejar de hacer apariciones estelares como la de la revista GQ en su edición rusa, en el número de marzo del 2010, en la que nos posa con un sombrero negro, chaqueta y camisa blanca, con un estilo “señorito” y mirada penetrante. ¿A que parece que vaya a entrar a caballo en la Feria de Abril o a arrancarse por soleares? No es, desde luego, de sus mejores fotos, pero me ha llamado la atención por lo poco corriente.
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