lunes, 8 de marzo de 2010
España suspende en la UE en igualdad laboral
Desde que empezó la crisis, España no logra salir bien parada en las estadísticas europeas. Ahora le toca el turno a la paridad laboral entre hombre y mujer: el 66,4% de la población activa masculina española -los que quieren y están en disposición de trabajar- tiene un empleo. En el caso de las mujeres, son sólo el 53%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Hoy, cien años después de la instauración del 8 de marzo como día Internacional de la Mujer, los datos dan cuenta de que las desigualdades persisten.
Esa diferencia de 13,4 puntos supera a la media de la Unión Europea, que está en un 12,3%. Resulta especialmente llamativo el caso de Italia, el segundo miembro de la UE con mayor descompensación entre ocupación masculina y femenina (23 puntos), sólo superada por Malta, donde la brecha se convierte en un abismo con los márgenes separados por 33,7 puntos, según Eurostat. En países del Este, como Polonia y Eslovaquia, también existe una brecha en la ocupación entre uno y otro sexo (en todos los casos desfavorable a la mujer) mayor que en España, pero se aproximan a la media.
Los países nórdicos vuelven a dar una lección de avance social en el terreno de la igualdad: Suecia, Holanda y Dinamarca son los que tienen más paridad laboral, con una diferencia de empleo entre los dos sexos que ronda los cuatro puntos.
La media de ocupación española de mujeres se queda, por tanto, lejos de los objetivos marcados para 2010 por el Tratado de Lisboa (60%). La situación por regiones es, además, muy desigual. Sólo Madrid parece haber hecho los deberes. Esta comunidad supera, aunque por muy poco, las pretensiones europeas. En esta autonomía la tasa de empleo femenino es del 60,68%.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Espana/suspende/UE/igualdad/laboral/elpepisoc/20100308elpepisoc_6/Tes
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3 comentarios:
Ojalá en el futuro , no muy lejano, se equiparen las cosas entre ustedes y nosotros. Yo apoyo completamente a todas, para mi no hay diferencia y nunca discrimino por sexo ni nada a nadie.
Muy bien Johnny, mi marido piensa igual y además él se encarga de la cocina en mi casa y de la compra,cosa que me encanta porque yo odio cocinar.
Yo odio planchar.
Me gusta la cocina y tengo que reconocer que no se me da nada mal, con la excepción de la repostería.
El resto de las labores "ajuareñas" me parecen de lo más aburridas, sosas e imposibles de describir con alguna palabra que levante un mínimo de pasión.
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