Aquí no es zona de terremotos, pero de mayo a noviembre tenemos la temporada de huracanes y desde que tengo memoria han sido dos o tres los peores de mi vida. Inicialmente cuando corría el año 1967 (y yo con 5 añitos) nos azotó el Beulah, es por tanto el peor recuerdo de mi niñez, aquello era un ruido ensordecedor y unos relámpagos tremendos para un infante como yo (por una semana no asistí a clases por los destrozos ocasionados). Otros fueron el Allen, el Gilberto (que causó mas daños en Monterrey) y para concluir con el Dolly, que en 2008 nos azotó también y la ciudad fue un caos (gracias a Dios a mis hijas las tomó dormidas) por tres días no hubo movimiento en la ciudad (no podíamos salir ni a comprar víveres por miedo a que los vehículos se quedaran a medio camino cubiertos por el agua) y para muestra bastan las siguientes imágenes ¿qué les parecen?
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2 comentarios:
Cómo se venga la naturaleza del daño que le causamos.
¡Y yo quejándome de unas simples lluvias!
En Andalucía también lo están pasando mal, llueve desde hace meses y se ha desbordado el Guadalquivir y varios de sus afluentes.
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